miércoles, 11 de septiembre de 2013

Visita de Yolanda Reyes- "La literatura pone las cosas en palabras"





Algo extraño sucedía en el invierno, porque algo mágico sucedería esa tarde. Convocados por Santillana, docentes, mediadores de lectura y especialistas nos reunimos para escuchar a alguien que viene de Colombia a contarnos de su experiencia, con los libros y con los bebés. Yolanda Reyes tiene una frescura sin igual, es cálida, amable y simpática. Escucharla es realmente encantador, en el sentido más literario de la palabra. A ella le gusta leer y lo hace con dedicación porque sabe del poder de las palabras, del sonido de las palabras. Esas palabras que cantan. Así se llamó el encuentro: “Libros que cantan, la literatura en la primera infancia”. Yolanda nos contó que esos libros son aquellos de tradición oral, que uno los abre y comienza a cantar. La charla estuvo coordinada por Griselda Gálmez. Hizo una serie de interesantes preguntas que Yolanda respondió con mucha generosidad. Nos leyó uno de sus poemas, “Espera” y explicó la importancia de la palabra en los bebés. Porque en la espera del bebé en la panza se van gestando los sonidos de la madre. Después nos habló de los “libros sin páginas”, esos que en realidad son historias que narramos, que inventamos. y nos contó que, por ejemplo, su hija (quién inventó esa nomenclatura) le pedía siempre el “libro sin páginas” de “cuando yo nací”. Luego, Griselda le preguntó acerca del concepto “triángulo amoroso” y allí Reyes destacó la importancia del adulto mediador para que el bebé se involucre con el libro. Asimismo hizo la mímica de lo que sucede cuando se da el “triángulo amoroso”; el libro queda a la vista del bebé y el adulto contiene al bebé y al libro y de ese modo, entrega al bebé la tradición. Esa entrega supone la escritura de historias en el niñx, supone leerlo y a su vez, alimenta la necesidad de descifrar simbólicamente el mundo. Reyes, destacó aquí la importancia de políticas que no solo entreguen libros sino, fundamentalmente mediadores. “Yo creo que por cada libro, debería capacitarse a un mediador”.
Por otro lado, la escritora y pedagoga, habló de la importancia de seguir leyendo más allá de la alfabetización del niñx. Comentó que generalmente, cuando saben leer, se abandona el triángulo amoroso, cuando en verdad eso supone algo mucho más además de la lectura del cuento. En su libro “La casa imaginaria”, explica que cuando un adulto lee un libro a un niñx, le está enseñando que puede suspender por un rato su vida de adulto. El niño, entonces, no solo descifra la historia del cuento sino la relación con ese adulto.
Para Yolanda, la literatura nos dice: “Sé lo que estás sintiendo” y agrega: “la literatura pone las cosas en palabras”.

Finalmente la escritora habló sobre sus libros y leyó “Frida”, un bellísimo cuento de Terror en 6º B.

2 comentarios:

  1. https://www.facebook.com/photo.php?v=580241295368317&set=vb.121578581234593&type=2&theater

    ResponderEliminar
  2. Es una hermosa crónica de lo que sucedió esa tarde profesora!... se nota como buscó transmitirnos en cada palabra la multiplicidad de ideas y sensaciones que la charla despertó en usted.
    Respecto de las palabras de Yolanda, me quedo con el concepto de "triángulo amoroso"...como vimos un poco al comienzo, cuando intentábamos definirnos entre la literatura infantil o la literatura para niños, que enfatizaba en la importancia de entender y transmitir el sentido que tiene la acción de leer un cuento, de regalarlo a un niño, y no de presentarlo como actividad de relleno. Es importante y sería bueno que se considere esto entonces de: "...la importancia de políticas que no solo entreguen libros sino,fundamentalmente mediadores.“Yo creo que por cada libro, debería capacitarse a un mediador”." y en ese sentido recuerdo las clases en que nos leímos y escuchamos entre todas, en los días de lluvia en los que éramos pocos y en los días en que fuimos muchas; pero en ese espacio construido para que suceda algo, ese "encuentro" que busco -o buscamos, uno nunca sabe- cuando abrimos las páginas de un libro o cuando nos sentamos a escucharlo.

    Por último, respecto del relato de Frida... es excelente, no sólo la calidez con que lo lee y maneja el ritmo, la tensión (bueno, claro, se que viene haciéndolo hace años), pero del relato en sí, porque me deja pensando dos cuestiones (de primera lectura, al menos)... ¿Santiago no leyó lo que había escrito por vergüenza, o porque sintió que "lo diferente" podía ser penado como fuera de la norma de escribir la típica redacción que se espera del niño al regresar de las vacaciones?, digo, esto pasa en la escuela generalmente, uno no encuentra siempre el espacio para expresarse y actúa por miedo al error, a la crítica, al prejuicio... Y la última cuestión, que no es una pregunta sino rescatar la actitud del docente: "Mirada lejana, incrédula y distraída"... ¿hubo conexión con el relato de Santiago? ¿Sintió lo que ese niño tenía de especial para contarle?

    Gracias por compartirlo!
    Saludos ;)
    Eva

    ResponderEliminar